viernes, 19 de octubre de 2007

Las personas libro

Una de las conclusiones a la que llegué hace tiempo en el fomento de la lectura, deriva de un artículo que leí no sobre literatura, ni sobre lectura, sino sobre alfabetización científica. Siento no poder traer la referencia al hilo porque me costaría encontrarla, pero no puedo olvidar aquella respuesta a cómo despertar en los niños la curiosidad científica, y la respuesta era: no interrumpiéndola. Y de la misma forma que se interrumpe esa curiosidad innata de la infancia, también se interrumpe ese júbilo por la literatura contada, por las primeras historias, las primeras letras.
Partiendo de esa idea, esbocé una serie de actividades en torno al hecho de que el modelo de fomento de la lectura es básicamente siempre el mismo y que ese modelo es el de la enseñanza infantil, ni siquiera la de primaria, la infantil. Lo demás es adaptar a la edad de los niños -que pueden tener 16, 20 ó 60 años- la forma de las actividades.
Una de las formas privilegiadas de la edad infantil es la literatura oral, o la oralización de la literatura, en este caso no hay que andar con purismos terminológicos. Y puesto en faena, estoy precisamente ahora trabajando la oralización literaria en 3º de ESO. La suerte es que la literatura medieval se presta como inicio, ella misma es oralidad casi pura y los ejemplos constituyen un género muy utilizado como literatura de formación infantil y juvenil en todos los tiempos. Por turnos han salido a contar un ejemplo de El Conde Lucanor, además han actuado de críticos de sus compañeros. Por supuesto, yo he tenido que ser el primero. Después me he limitado a actuar de moderador. Ha habido escenas de todos los gustos: soltura, nervios, ¡llantos!, risas, y muchas historias con su moraleja y todo, claro. Me ha sorprendido cómo han ido mejorando no ya en las oralizaciones, sino en el sentido crítico respecto de sus compañeros y de sí mismos.
Todavía nos queda mucho por hacer, pero el comienzo es sin duda prometedor. Tienen que prepararse mejor porque saben que finalmente tendrán que contar cuentos a los niños de infantil del colegio de al lado y también tendrán que actuar en el recital de poesía coral del Aula de Poesía. Aunque alguno tiene mucho miedo, otras están ya entusiasmadas.

domingo, 7 de octubre de 2007

La clave de cualquier reforma educativa

Veo un vídeo en youtube de una entrevista a un pedagogo del Perú -creo; para el caso da igual- y se queja del desastre de las reformas educativas hechas desde los despachos de profesores salvados por la política. En todos lados las reformas educativas avanzan a trompicones y en realidad, no avanzan, la enseñanza en el aula sigue ejerciéndose como dos o tres reformas antes y si cambia, no lo hace precisamente por las reformas, lo hace por otros factores extraños al sistema educativo. No voy a entrar en la estupidez de las innovaciones terminológicas, no voy a entrar en la tontería de innovar cambiando unas horas por otras, más de aquí que de allí, para estar al final unas pocas horas más o menos leyendo libros de texto titulados A o B y haciendo exámenes se llamen antes alfa y después beta; con esos aspectos hoy al menos, no pierdo ni un segundo.

Vamos al grano: ¿se sabe cómo debe enfocarse una reforma educativa que funcione? La respuesta es "sí, se sabe". Lo que no sabemos es por qué los políticos sistemáticamente obvian este conocimiento y fracasan continuamente en sus reformas. La clave de las reformas educativas está en el acceso a la carrera docente y en la formación del profesorado. No hay más secreto. Lo demás es absoluta y radicalmente secundario. Ese es el punto de apoyo para mover el mundo: la formación y acceso del profesorado a la profesión. A partir de aquí y finalizando aquí, podremos discutir si tal nombre, si tal asignatura, si tal enfoque. Pero cambiar las leyes para que donde digan dijo digan diego, es manipular el futuro, no crearlo ni mejorarlo. Y eso es lo que creo que han hecho los políticos: pensar que el aspecto que querían reformar era irrenunciable (por ejemplo, para la derecha el énfasis en la rentabilidad, la productividad; para la izquierda, en la tolerancia, la permisividad; ambos enfrascados en la ganancia de sus grupos de poder, incapaces de ver más allá de sus espejos respectivos: el problema de los políticos no es que les parezca todo mal si viene del contrincante, es que son profundamente narcisistas, creen que cualquier cosa que venga de ellos es una salvación para la humanidad por tener origen en sus dignas personas). Estas reformas han engañado a la gente porque los políticos han querido engañarse pensando que luchaban por conseguir un mundo mejor cuando en realidad pretendían conseguir un camino mejor...a su perpetuación en el poder.

Pero volvamos a la idea principal. ¿Realmente es tan mágico el acceso y la formación del profesorado como para promover una reforma total? Sí, lo es. Naturalmente, al tratarse de una reforma real, profunda y sincera, no se produce de la noche a la mañana (algo que el político no soporta, vaya que los beneficios los reciba el contrincante).

Pero ¿son los políticos, así en general, los únicos culpables? No. Ocultos tras la responsabilidad genérica de la palabra Administración, no sólo los políticos del gobierno central han sido culpables de que las reformas fracasen, hay al menos tres responsables más: los políticos autonómicos -que siempre han visto en las reformas una oportunidad de reforzar su educación regionalista-, la Universidad -que ya no puede ocultar más su pésima formación pedagógica- y los sindicatos -que han apoyado sistemáticamente el cuerpo único para poder tener a todos contentos (?)-.

Con un panorama tal, resulta peligroso hasta llevar la razón, porque si por un asomo, por un asomo he dicho, asumieran los nombrados la más mínima responsabilidad -todos niegan siempre sólo la suya- y se propusieran reformar el acceso a la carrera docente y se reestructurara la formación del profesorado, no sé qué se les ocurriría. Tal vez no pasarían de cambiar unos temas por otros en las oposiciones, baremar unos puntos por otros en los concursos y varias estupideces más.

Que me quede como estoy, dirían muchos.

viernes, 5 de octubre de 2007

No me puedo creer que esto sea una noticia

Los Ig Nobel los concede anualmente la revista de humor científico Annals of Improbable Research (Anales de la Investigación Improbable), y los entrega en una ceremonia en Cambridge, Massachusetts, donde los ganadores deben intentar explicar su trabajo en un minuto o menos.
Los ganadores en Lingüística han sido los españoles Juan Manuel Toro, Josep B. Trobalon y Nuria Sebastián-Gallés, de la Universidad de Barcelona, por demostrar que las ratas a veces no consiguen distinguir a alguien hablando japonés u holandés al revés.
Gracias por sacarnos de la duda (a veces).

miércoles, 3 de octubre de 2007

Un año por delante

Acabo de cerrar los cursos de formación del profesorado que impartiré este año en Córdoba. Aparte de otras intervenciones, como la invitación a participar en el III Foro de Profesionales de la Información, que se celebrará en Sevilla el próximo diciembre, estos cursos me hacen mucha ilusión. En Priego, haré una edición renovada del curso que ya impartí en Córdoba y Aranjuez sobre la enseñanza de la lectura avanzada y para el que uso los materiales de un supuesto libro que todos los veranos prometo escribir y nunca consigo (aparte de mi inigualable e infalible método de enseñanza de la lectura en cinco palabras, que naturalmente no voy a revelar aquí, y que sí llegué a escribir por la proporción humana de su tamaño). Se trata de un curso que intenta compensar el olvido de la enseñanza de la lectura en cuanto se supera la etapa inicial, como si pronunciar las letras una detrás de otra fuera el mayor dominio lector que un ser humano pudiera conseguir. Además de hacer un repaso de las distintas vertientes de enseñanza lectora avanzada (comprensión, velocidad, expresividad y hábitos), intento relacionar la lectura con la escritura y la lengua oral, sin las que naturalmente no puede mejorar. Los recursos bibliotecarios (publicos, escolares y de aula) e internet constituyen el colofón de este itinerario que recorreremos un tanto apresuradamente ya que se trata de una iniciación.
El otro curso, sobre la enseñanza de la competencia lingüística, es una antigua aspiración mía a partir de otro curso similar que impartí en Linares y en el que decidí que como fuera, debía conseguir tratar el tema de las competencias de forma genuinamente práctica, durante un periodo prolongado y a través de internet. Lo hemos conseguido -creo- porque los asistentes podrán seguir el curso desde sus casas en modalidad on line a través de la plataforma del Centro de Profesores, haciendo las tareas a su ritmo e integrándolas inmediatamente en sus clases con amplia opcionalidad y durante un periodo de cinco meses. Las escasas sesiones presenciales se dedicarán además a compartir esas experiencias de aula personales, con lo que el contraste de pareceres enriquecerá sin duda más que mis tutorías el resultado final.
Un año por delante con casi tanto trabajo como ilusión. Y todavía quedan más proyectos como la creación de la red de biblioblogs de Andalucía (y quizás de Madrid), pintar un cuadro -o más de uno si pudiera ser- y colocar las cortinas que siempre dejo para otro día.